Guadalupe, provincia de Pacasmayo, Región La Libertad, es una ciudad ubicada a 126 kilómetros al norte de Trujillo. Se ubica a 92 metros sobre el nivel del mar y está dispuesta en el centro del valle de Jequetepeque. Como capital del distrito del mismo nombre es también uno de los mayores productores de arroz a nivel nacional. Como dato curioso y olvidado mencionamos que Guadalupe es contribuyente principal de la formación de caballos de paso en el país.
Esta localidad, vigilada por la propia Vírgen de Guadalupe, ubicada en el cerro simbólico de la ciudad, tiene una comunidad ciclista llamada PAKATNAMÚ RIDES, un grupo de amantes del pedal muy comprometidos y entusiastas.
Tomaron el nombre del vocablo muchik que significa «Padre de Todos». PAKATNAMÚ corresponde también a una zona arqueológica ubicada cerca de la ciudad de Guadalupe, así como al mítico oráculo prehispánico. Aunque ellos se ubican en una pequeña urbe de 2,92 de oeste-este y 2,26 kilómetros de norte-sur, tienen planes y proyectos gigantescos, propios de una metrópoli.
PAKATNAMÚ RIDES ha logrado implementar conciencia sobre la importancia del uso de la bicicleta en su localidad. Organizan actividades tales como bicicletadas en fechas simbólicas, salidas nocturnas, salidas dominicales por el valle de Jequetepeque, jornadas de cicloturismo para visitar los monumentos arqueológicos de la zona y además, son sede de la Competencia de Ciclismo «RUTA PAKATNAMÚ», la que se lleva a cabo desde 2019 con mucho éxito. La convocatoria que poseen y el reconocimiento en su zona es columna vertebral para el desarrollo regional del ciclismo en todas sus modalidades.
Llegar a Guadalupe con tu bicicleta puede convertirse en una experiencia inolvidable. Poder conocer los principales centros poblados del valle a través de sus caminos rurales está al alcance. Visitar Chepén, Pacanguilla, Ciudad de Dios, Limoncarro; trepar hasta Gallito Ciego o aventurarse a una buena escalada con destino a San Gregorio, disfrutando de 60 kilómetros de hermosos paisajes es agenda obligada. Ni que decir de llegar sobre tu caballo de metal al centro arqueológico de Pakatnamú, viéndose rodeado de siglos de historia.
